20/04/2022
#CEADSEnLosMedios
Último informe del IPCC
Entrevista a una de las autoras del último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU
Virginia Vilariño es la Coordinadora del Área de Energía y Clima del Consejo Empresarial Argentino para el Desarrollo Sostenible LV.
Por Antonio Cerrillo
Virginia Vilariño es una de las autoras del último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), centrado en las medidas y opciones para mitigar el calentamiento. Licenciada en Ciencias Ambientales y responsable del área de energía y clima del Consejo Empresarial Argentino para el Desarrollo Sostenible, Vilariño ve necesario promover las condiciones que propicien la reducción de emisiones en todos los sectores de la actividad.
“Dilatar la acción tendrá luego más costes económicos y sociales”
¿Cuál es el mensaje clave del informe?
El primero es la urgente necesidad de reducir las emisiones de gases invernadero en todos los sectores de la economía. Nos quedan pocos años, unos tres años, para lograr que las emisiones mundiales lleguen a su límite pico, en el 2025, a lo más tardar, fecha a partir de la cual debemos empezar a reducirlas de manera profunda y urgente si queremos asegurarnos a fin de siglo los dos objetivos climáticos, es decir, limitar el calentamiento a 1,5ºC o a menos de 2ºC.
Complicado, ¿no?
Las emisiones deben reducirse también a la mitad de las actuales en el 2030. Por lo tanto, la reducción del 50% sería en cinco años. Y en el 2050, las emisiones mundiales deberían ser 0 en términos de balance neto (entre lo que se emite y lo que se absorbe con ayuda de la naturaleza o de tecnología).
¿Y eso es posible?
Es un desafío grande; no podemos dormirnos. Hablamos de poner en marcha acciones en un par de años, para cambiar drásticamente una tendencia histórica.
¿Qué pasaría si no limitamos las emisiones e inclinamos la balanza a partir del 2025?
Lo más probable es que perdamos la posibilidad de lograr el objetivo consensuado de limitar el calentamiento a 1,5ºC. Alcanzar el objetivo de los 1,5ºC nos permitiría seguir prosperando; nos daría tiempo a que los impactos sean manejables. En cambio, superar esa barrera hace que los impactos sean irreversibles, muy difíciles de gestionar o muy costosos para muchas personas en las economías del mundo. Lo que hagamos en los tres próximos años define el futuro hasta fin de siglo. La evidencia de que no podemos perder más tempo es más contundente que nunca.
¿Se pueden reducir las emisiones de forma significativa?
Hoy ya existen opciones disponibles en cada sector de la actividad de economía para reducirlas a la mitad en el año 2030, y limitar el calentamiento a 1,5ºC: en el sector energético, transportes, alimentos y agricultura. Y también nosotros debemos acompañar esa transformación. Si cambiamos nuestros hábitos y nuestro estilo de vida a la hora de tomar decisiones sobre servicios y consumo, podríamos reducir de un 40% a un 70% las emisiones para el 2050.
Se trata de generalizar opciones tecnológicas ya conocidas…
Debemos hacer que estas opciones tecnológicas ya disponibles lleguen de manera masiva, sobre todo a los países menos desarrollados. La financiación es clave; y el informe estima que el flujo de las inversiones en tecnologías bajas en carbono debería multiplicarse por entre tres y seis veces para el 2030, para que estén disponibles masivamente.
“La industria deberá emplear electricidad con cero emisiones e hidrógeno verde”
Pero sectores como el cemento o el acero no pueden prescindir de los combustibles fósiles…
Sí. El sector industrial es el que hoy tiene más dificultades y limitaciones para poder disponer de estas opciones.
¿Entonces?
Las soluciones para la industria pasan por un uso más eficiente de materiales y energía, y por una reutilización y reciclado de productos y materiales. Por desgracia, no es una práctica habitual a nivel global y supone un desaprovechamiento enorme. Se requieren nuevas formas de producir acero o cemento, hoy en fase de experiencias piloto. Además, la industria va a tener que basarse en electricidad con cero emisiones y depender del hidrógeno verde. Y en algunos casos, mientras eso no llega, tendrá que recurrir a los sistemas de captura y secuestro de carbono, para compensar todas aquellas emisiones que no puede reducir a cero.
¿Qué papel van a desempeñar los sistemas de captura y secuestro de carbono, incluidas la absorción directa de CO2del aire?
Los sistemas de absorción del CO2de la atmósfera van a ser esenciales para lograr un balance de emisiones netas 0 en el 2050 y más adelante. Vamos a necesitar la absorción (eliminación) del CO2, ya sea por la vía natural, con métodos biológicos (reforestación y demás), o por la vía de la tecnología. Pero el informe hace una diferencia entre estos dos métodos.
¿Cuál?
Se pondera que los métodos biológicos ya se están aplicando en muchos lugares y deben ser promovidos (reforestación, secuestro de carbono en los suelos, conservación y regeneración de ecosistemas naturales…) y, además, ofrecen como grandes beneficios ambientales y sociales, más allá de la absorción del CO2. En cambio, las tecnologías para sacar CO2de la atmósfera de forma directa requieren hoy mucha más investigación y una inversión mucho más grande para ser llevada a gran escala. Comportan incertidumbres y un grado de confianza escaso como para que podamos estar tranquilos pensando que lo que no hagamos a la hora de emitir lo vamos a solucionar con estas tecnologías.
Volvamos al primer punto. El informe habla de la necesidad de situar el pico de emisiones en 2025 como máximo, pero China prevé que en su caso esté hacia el 2030 ¿Debemos renunciar al objetivo climático más ambicioso de 1,5 ºC o quedarnos en el de 2 ºC?
El informe dice que si no avanzamos suficientemente en los próximos años y tenemos que rescindir al objetivo de 1,5 ºC y conformarnos con el objetivo de 2 ºC, las emisiones deben llegar igualmente a un tope máximo en 2025. Por eso, es importante tener en cuenta que todo lo que sea dilatar la acción tiene consecuencias, porque luego encauzar nuestra senda de emisiones y tratar el tiempo perdido implica más incertidumbre a largo plazo para poder alcanzar los objetivos y, en segundo lugar, es mucho más costoso social y económicamente.
¿Qué consideración merece la energía nuclear?
El IPCC no se pronuncia ni a favor ni en contra de ninguna tecnología específica; solo evalúa cómo sería la descarbonización del sistema energético, con o sin nuclear. La nuclear está reconocida como una energía de cero emisiones y que contribuiría a la descarbonizacion; pero cuando se evalúan las distintas combinaciones de distintos escenarios de desarrollo se estudia también si es una opción es factible: se estudia si es viable técnicamente y económicamente y si es socialmente aceptable.
Entrevista publicada en La Vanguardia https://www.lavanguardia.com/natural/20220418/8205434/virgina-vilarino-onu-clima-cambio-climatico-onu.html