¿Por qué hablamos de economía circular?

Por Miguel H. Nuñez, Coordinador de Ambiental & Técnico de CEADS

 

En la Mesa Especial Ciudades y Empresas, coordinada por el Área Ambiental & Técnico del CEADS, dejamos de hablar de residuos sólidos urbanos para pasar a centrarnos en la economía circular. Lejos de tratarse de un mero cambio discursivo, estamos convencidos de que debemos dejar de considerar a la economía lineal -aquella de “producir, usar y tirar”- como la norma. Es imperante pasar a un nuevo paradigma que implique entender a los desechos no como residuos, sino como insumos que deben ser reinsertados en un nuevo ciclo productivo.

 

Los últimos 150 años de evolución industrial han estado dominados por un modelo de producción y consumo lineal: los bienes son producidos a partir de las materias primas, vendidos, utilizados y finalmente desechados como residuos. Este modelo económico se basa en la disponibilidad de grandes cantidades de energía -y, sobre todo, recursos- baratos y de fácil acceso. Pero esto está llegando ya al límite de su capacidad física.  Durante los últimos 40 años, la extracción anual de materiales se ha multiplicado más de tres veces. A medida que la población crece y más consumidores ingresan a la clase media, se espera que la demanda total de recursos llegue a 130 mil millones de toneladas para 2050, frente a 50 mil millones en 2014. Eso implica un uso excesivo de la capacidad total de la Tierra en más del 400%.

 

Hoy la humanidad utiliza anualmente el equivalente de 1.6 planetas Tierra para proporcionar los recursos que usamos y absorber nuestros residuos. Esto significa que ahora le toma  un año y seis meses regenerar lo que usamos en un año. Utilizamos más recursos y servicios ecológicos de los que la naturaleza puede regenerar a través de la sobrepesca, la sobreexplotación del suelo y de los bosques y la emisión de más dióxido de carbono a la atmósfera de lo que los bosques pueden secuestrar.

 

El año pasado, la humanidad gastó para el 2 de agosto los recursos que el planeta tarda todo el año en regenerar. Para este año, a razón de un adelanto de dos días por año, ese plazo se cumplirá probablemente el 31 de julio.

Frente a la creciente escasez y sobreexplotación de los recursos, así como a la acentuada inestabilidad de la economía global, la necesidad de buscar un nuevo modelo económico es cada vez más evidente. La economía circular es una nueva forma de mirar las relaciones entre recursos naturales, mercados y clientes. La transición ya se ha iniciado. Llevamos recopilados muchos ejemplos de iniciativas en ese sentido llevadas adelante por empresas CEADS, pero los esfuerzos son aún insuficientes.

 

¿Cómo acelerar la implementación de la economía circular? Está claro que las acciones aisladas no alcanzan: la colaboración entre empresas será esencial para desarrollar soluciones escalables. Entre los principales retos para acelerar la transición hacia un mundo más sostenible, el papel de la tecnología y la innovación del mercado son fundamentales. Desde el Área Ambiental & Técnico apuntamos a colaborar en este desafío a través del relanzamiento de la Mesa Especial bajo un nuevo paradigma, para investigar juntos sobre el diseño, elaboración y aplicación de herramientas.

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